Para los pilotos de rallyes, el Rallye de Nueva Zelanda está muy cerca del nirvana. Tramos para derrapar y parecidos a montañas rusas, y un paisaje verde y exuberante que parecerá familiar a cualquiera que haya visto “El Señor de los Anillos”, filmada en su totalidad en parajes de Nueva Zelanda. Hay un ambiente mágico en todo el país, y la vuelta del Campeonato del Mundo de Rallyes, después de un año de ausencia, es muy esperada.
El Brother Rallye de Nueva Zelanda fue incluido como prueba del WRC en 1977, dos años antes de la creación del título de pilotos. Como sucedió en 2010, la edición de este año tendrá la sede principal en Auckland, hogar de una tercera parte de la población de Nueva Zelanda, pero tendrá varios parques de asistencia en otros sitios para que los pilotos puedan cubrir una mayor parte del territorio. Los tramos consisten básicamente en pistas rápidas y planas de tierra, situadas en espectaculares valles con un paisaje espectacular, aunque también habrá algunos tramos cronometrados sobre asfalto.
Será invierno en el hemisferio sur, cuando el circo del WRC llegue a Nueva Zelanda a finales de junio, de modo que las inclemencias del tiempo serán un factor a tener en cuenta. Otro tema que dará que hablar en Nueva Zelanda será el orden de salida, ya que el primer coche que sale a la carretera tiene que barrer el polvo a los que siguen detrás, siempre que la superficie esté seca.Auckland, aparte de ser la sede de la salida y la llegada en la zona del Viaduct Harbour, albergará el parque de asistencia, la sede general, y una superespecial.
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